Los propósitos de Año Nuevo suelen sonar así: pasar menos tiempo hablando por teléfono y más tiempo con amigos; come menos azúcar, come más verduras; hacer más ejercicio, beber menos.
La mayoría de estas resoluciones tienen buenas intenciones, pero si no se cumplen, nos dejan decepcionados de nosotros mismos.
Y no es que el listón esté demasiado alto (porque claro, “menos azúcar, más verduras” es algo bueno). Es que las restricciones que nos ponemos terminan pareciendo aspiraciones imposibles que nunca podremos cumplir, o metas que nos limitan en lugar de hacernos más fuertes.
Para 2020, proponemos algo diferente: una reformulación de la Resolución de Año Nuevo. En lugar de llamarlo “resolución”, llámelo “reconocimiento”.
En la próxima década, recomendamos que usted reconozca todo lo que está haciendo en lugar de centrarse en lo que no está haciendo. Las resoluciones no son las que hacen que tu año sea grandioso. Tú haces.
Date crédito cuando lo mereces y haz un balance de todo lo que has hecho en tu vida para llegar a este punto. Establezca objetivos de autovaloración, no de juicio.
¿No estás seguro de cómo se hace? No te preocupes. Aquí tienes un poco de inspiración para ayudarte a encontrar tu camino:
Hazte físico, pero no lo pienses demasiado.
Piensa en algo físico que hayas disfrutado en tu vida: ¿un equipo de baloncesto en la escuela secundaria? ¿Montar en bicicleta en verano cuando era niño? ¿Pasear a tu perro por la cuadra?
Es muy probable que tu cuerpo todavía disfrute de esas actividades, o al menos pueda aprender a amarlas nuevamente.
En lugar de establecer como meta una cantidad poco realista de tiempo en el gimnasio, reconoce una actividad que te guste y establece una meta más pequeña para volver a hacer lo que te hace feliz.
Si tomaste una clase de yoga en la universidad, busca un estudio local y haz una semana de introducción. Si te encanta el senderismo pero no vives cerca de la montaña, apúntate a llevar perros de refugio en largas caminatas.
Encuentre una manera de hacer que el ejercicio sea un pasatiempo divertido, no una actividad obligatoria.
Ahorre dinero y deje de gastar frívolamente.
Ahorrar dinero es una aspiración sólida, pero convertirlo en una meta puede ser un desafío cuando es tan amplia.
En lugar de centrarte en lo negativo (ejem @ todas las veces que pediste comida en lugar de cocinar), concéntrate en las formas de hacer que tu dinero trabaje más para ti y convierte el acto de gastar menos en un buen momento.
Si eres alguien a quien le encanta una comida elegante, entonces, en lugar de organizar varias cenas al mes, convierte tus viernes por la noche en una comida compartida amistosa. Invita a amigos y familiares y conviértelo en un festín. Inmediatamente te darás cuenta de que estás comiendo mejor y creando mejores recuerdos, ¡y de hecho has ahorrado dinero en el proceso!
Ahorrar dinero no tiene por qué ser aburrido: hágalo bien y sentirá que se está recompensando al mismo tiempo que observa cómo su cuenta bancaria se vuelve más saludable.
Sea más extrovertido, creativo y seguro.
Generalmente nos vemos a nosotros mismos a través de una lente diferente a la del resto del mundo. Somos nuestros propios críticos más duros. Nos damos los ojos más duros.
El yo es a menudo el más difícil de complacer.
Es importante recordar todo lo que te hace único y valioso. En lugar de decirte quién ser, celebra quién eres.
¡Seguro! Puede que seas más introvertido y menos fiestero. Reconoce esto sobre ti mismo y considéralo como un atributo, no como un perjuicio.
Reconoce estos rasgos y respétalos: en lugar de decidirte a cambiar, descubrirás que aceptar quién eres puede conducir a un cambio interno mayor y mejor que cualquier otra resolución que hayas tomado en el pasado.
Escribe todos los días. Mira dos películas a la semana. Utilice hilo dental todas las noches. ¡Elige uno, escógelos todos, no escojas ninguno!
Todos estos son buenos objetivos y cualquier dentista le dirá que no escatime en el tercero. Simplemente recomendamos no darse patadas en las espinillas si pierde el ritmo y se olvida de su resolución.
Las pautas estrictas y las cosas que hay que hacer no dejan lugar al caos de la vida, que es una parte esencial de cómo vivimos.
Es probable que sucedan días malos, que surjan obstáculos y que haya cosas que se interpongan en el camino de sus intenciones y resoluciones. Que esté bien. Siempre puedes continuar donde lo dejaste.
No te estreses por no cumplir una meta. Toma una copa de vino. Mira televisión basura si es necesario. Ponte tus pantalones de yoga y no salgas por la puerta. Toma un respiro. Todo estará bien.
Recuerda que la vida no se trata de perfección. Se trata de esfuerzo. Todo lo que tienes que hacer es intentarlo y estarás avanzando en la dirección correcta.